Ser sacerdote es un misterio y una gracias, un misterio porque es imposible comprenderlo plenamente y una gracias porque nadie es capaz de merecerlo. En el mensaje del Santo Padre con ocasión de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones a celebrarse éste IV domingo de pascua, nos recuerda: “La vocación al sacerdocio y a la vida consagrada constituye un especial don divino, que se sitúa en el amplio proyecto de amor y de salvación que Dios tiene para cada hombre y la humanidad entera”El amor que Dios tiene por los hombres lo ha impulsado...
Un nuevo proyecto de ley de eutanasia en Uruguay
Hace 30 minutos