La Santa
Sede ha hecho público el programa del viaje que Benedicto XVI realizará del 23
al 28 de marzo a México y Cuba. A la espera de algunos detalles más, el Papa se
entrevistará con el Presidente de la República de México, Felipe Calderón y con
Raúl Castro; sin embargo por mucha relevancia que en los medios se otorgue a
estos encuentros, lo verdaderamente significativo es que se trata de una visita
apostólico pastoral para reunirse con la Iglesia que camina y se compromete en
México y en Cuba. Por cierto, es importante señalar que la finalidad de esta visita está más
allá y muy por encima de intereses políticos o contiendas partidistas. El Papa
se relaciona con países gobernados por regímenes de todas las ideologías y
tendencias; con la finalidad de proclamar la verdad del Evangelio de forma
valiente y respetuosa.
La Iglesia de México, a
través de la Conferencia del Episcopado Mexicano, acoge con gran alegría la
noticia de la próxima visita de S.S. Benedicto XVI, al continente
latinoamericano y el Caribe; manifiesta su regocijo al Señor de la Vida y de la
historia, por lo que significará este evento para nuestro pueblo, se espera
encontrar en este acontecimiento una
palabra de ánimo para todos nosotros y un estimulo para la unidad y la
reconciliación que nos lleve a la construcción de la paz. Los católicos mexicanos esperamos mucho de este viaje, el
pueblo sencillo y fiel quiere encontrarse con su Pastor; y también los
intelectuales, empresarios y políticos, pueden beneficiarse de la gran
sabiduría del Papa, quien ya nos ha regalado tres encíclicas: Deus caritas est del 25 de enero del 2006, Spe Salvi del 30 de noviembre del 2007, Caritas in
Veritate del 29 de junio del 2009.
El Papa Benedicto XVI, quien ha realizado 22 viajes apostólicos, viene
a México como autentico mensajero de paz, siendo la primera vez que está en nuestro
país, por lo que la sociedad mexicana tendrá la oportunidad de un primer
acercamiento con el Santo Padre, el cual ha tenido su inicio con la aceptación
de venir a nuestro México, a pesar de su edad y estado de salud. Ciertamente
persiste la idea de que Benedicto XVI es un Papa poco cercano a la sociedad y
en México se acentúa esta idea ante la comparación con su antecesor Juan Pablo
II, por el afecto mutuo de este país con la figura del sucesor de Pedro. No
obstante debemos tener presente que el fondo de las visitas de Juan Pablo II
fue el anunciar el mensaje de Cristo y confirmar a los mexicanos en la fe,
siendo esta misma la tarea principal de Benedicto XVI en su próxima visita a
nuestra patria; por consiguiente son dos formas muy diversas de un mismo y
único mensaje, el de Jesucristo. Nuestra fe como católicos nos recuerda que el
Papa, fortalecido con el Espíritu Santo, es Vicario de Cristo; en su persona es
el mismo Cristo quien nos acompaña en nuestro peregrinar hacia nuestro Padre
Dios.
Ante la eminente visita del Papa
Benedicto XVI ¿cómo podemos pasar desapercibidas aquellas voces cuya virtud no
radica en ser mayoría, ni en ser amigos de la verdad o la razón; sino en hacer oír
su opinión adversa a la visita del Papa? Ciudadanos que ejerciendo su derecho
de libre expresión y enarbolando el
mitológico argumento de las riquezas del Vaticano proclaman que estas sean vendidas
para aliviar las necesidades de los pobres, lo que parece sea justo. Para quienes así piensan y leen este artículo,
habría que considerar que mientras así lo hacen, muchos sacerdotes, religiosas,
religiosos y laicos de diversas razas, culturas y nacionalidades, se están
haciendo presentes en las selvas, en campos lejanos y en desiertos ofreciendo
un alivio en lugares donde personas, que como tú o yo, quizás jamás iremos.
Criticar es bien fácil, siendo así, podemos proponer la venta de la Casa
Blanca, de la estatua de la Libertar, o bien destinar a nuestro noble fin las
riquezas de la FIFA o de los reinados de belleza o la venta de los estadios y
plazas de toros, pero esto nunca sucederá, siempre se atacará al Papa como si
los países no tuvieran Presidentes o gobiernos propios. Y así, por un lado se
enfatiza que la Iglesia no debe meterse en ámbitos sociales que no sean de
competencia, enarbolando la bandera de un laicismo, por otro lado estos mismos,
responsabilizan o piden soluciones a la Iglesia, de un ámbito propio de la
soberanía de cada nación y que solo compete a sus políticas económicas
internas.
Pero
¿Quién es el Papa que visitará a los mexicanos? El Sucesor Pedro es un experto
pianista y su compositor favorito es Mozart.
Seguramente en todos sus mensajes será una permanente invitación a responder a la
vocación cristiana con un sí sostenido. La agenda de la
visita papal a nuestra patria iniciará el 23 de marzo a las 4:30 con su llegada
al aeropuerto internacional de León. A su llegada estarán para la bienvenida
alrededor de 3000 personas, posterior a los actos protocolarios el papa dirige
a los mexicanos su primer mensaje, al término del cual iniciará el recorrido en
Papa móvil hasta el colegio Miraflores de la ciudad de León. Durante el resto
de la tarde y mañana del sábado será tiempo de descanso para Benedicto XVI, quien es el sexto papa de nacionalidad alemana.
El día 24 después de comer Benedicto
XVI se dirige a la ciudad de Guanajuato en vehículo cerrado hasta un
lugar reservado, de ahí recorre en Papa
móvil hasta la Casa del Conde Rul, donde tendrá un encuentro con el presidente
de la república, terminado este, dirige un saludo a niños del catecismo
pertenecientes al decanato de Guanajuato y a un
grupo de enfermos reunidos en Plaza de la Paz. Al finalizar la
jornada regresa a León a descansar, su
trayecto lo realizará en auto cerrado hasta la Puerta del Milenio desde donde sigue
el recorrido en Papa móvil hasta el
colegio Miraflores. En la misma tarde del sábado los jóvenes de las
distintas diócesis de las provincias estarán reuniéndose en las inmediaciones
del Parque Bicentenario donde se tendrá desde las nueve de la noche una vigilia
de oración y alabanza que concluye a las dos de la mañana.
El domingo 25 el Papa, quien en abril próximo cumplirá 85
años de vida, celebra la misa a las diez de la mañana en el Parque
Bicentenario. Se traslada en helicóptero
desde el Colegio Miraflores durante su viaje sobrevuela
el santuario de Cristo Rey. Al
llegar al lugar de la misa, donde se encontraran reunidas más de 35 mil
personas, el Papa da la vuelta en Papa
móvil entre las fieles antes de llegar a la sacristía y prepararse para la
santa misa. Al finalizar la eucaristía se tendrá el rezo del Ángelus para,
posteriormente, regresar a la ciudad de León a continuar con sus actividades
personales. Hacia las 5 de la tarde el papa se dirigirá del colegio Miraflores
hacia la Catedral de la arquidiócesis donde celebrará la oración de vísperas con
los obispos de México y representaciones de las conferencias episcopales de
Latinoamérica y el Caribe.
Nuestra diócesis se hace presente con la participación
del Conservatorio de música de la ciudad de Celaya, con 6250 jóvenes
procedentes de los grupos juveniles de nuestras parroquias, con un seminarista
que participará en el servicio de altar y con el apoyo en la comisión de
comunicación. Seguramente incontables
serán los que estarán siguiendo por los diversos medios las distintas
actividades de nuestro sumo pontífice y que en espíritu se sumaran a los muchos
corazones iluminados por su mensaje. Ya son muchas las expectativas que con
respecto a la forma de participar físicamente en la eucaristía se han generado.
El ingreso a la santa misa será solo con boleto, mismo que no se vende, es
totalmente gratuito, ya que por ver al Papa no se cobra. Se ha querido garantizar
la presencia en el Parque Bicentenario de todas las diócesis de México, por lo
que se distribuirá un número limitado de boletos a cada una y estas a su vez
los harán llegar a los feligreses por medio
de sus parroquias. Al finalizar la redacción del presente aún no se
cuenta con el número de boletos asignados para nuestra diócesis.
El último evento de la agenda del Papa será el lunes 26
de marzo a las 9 de la mañana. Desde el aeropuerto internacional del León los
mexicanos estarán despidiendo al sucesor de Pedro, quien fue elegido el 265º papa y tomó el nombre de Benedicto XVI. En el acto
de estarían congregadas unas 3 mil personas.
Dios quiera que sean muchos los beneficios espirituales que esta visita
apostólico pastoral deje a cada uno de los católicos y hombres de buena
voluntad.
Muy buen artículo, lo recomiendo ampliamente
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