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13.3.09

PROMOVER UNA AUTENTICA ADORACION EUCARISTICA

CIUDAD DEL VATICANO, 13 MAR 2009 (VIS)

El Santo Padre recibió este mediodía a los participantes en la asamblea plenaria de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que en estos días han afrontado el tema de la adoración eucarística.

El Papa expresó el deseo de que una reflexión colegial sobre este tema "contribuya a poner de relieve, en los límites de competencia del
dicasterio, los medios litúrgicos y pastorales con los que la Iglesia de nuestros tiempos puede promover la fe en la presencia real del Señor en la Sagrada Eucaristía y asegurar a la celebración de la Santa Misa toda la dimensión de la adoración".

"La doctrina de la transustanciación del pan y del vino y de la presencia real son verdades de fe evidentes ya en la Sagrada Escritura y confirmadas después por los Padres de la Iglesia".

Tras hacer hincapié en que "en la Eucaristía, la adoración debe llegar a ser unión con el Señor vivo y después con su Cuerpo místico", Benedicto XVI recordó sus palabras durante la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia en 2005: "Dios no solamente está frente a nosotros, como el totalmente Otro. Está dentro de nosotros, y nosotros estamos en él. Su dinámica nos penetra y desde nosotros quiere propagarse a los demás y extenderse a todo el mundo, para que su amor sea realmente la medida dominante del mundo".

En este contexto, continuó, "recordaba a los jóvenes que en la Eucaristía se vive "la transformación fundamental de la violencia en amor, de la muerte en vida, que lleva consigo las demás transformaciones".

El Papa subrayó que es importante "una renovación de la adoración eucarística", que "solo será posible a través de un mayor conocimiento del misterio en plena fidelidad a la sagrada Tradición y aumentando la vida litúrgica en nuestras comunidades". Asimismo manifestó su aprecio porque la plenaria haya tratado el tema de la "formación de todo el Pueblo de Dios en la fe, con una atención especial a los seminaristas, para favorecer su crecimiento en un espíritu de auténtica adoración eucarística".

"Recordando tres prácticas penitenciales muy estimadas por la tradición bíblica y cristiana -la oración, la limosna y el ayuno".