
La noticia que despertó
al mundo y sorprendió a católicos y no católicos, a propios y extraños, fue
aquella que por más de 600 años no se había dado. La renuncia de un Papa.
Muchas han sido las voces que se levantan al respecto, unos que de inmediato
compararon a Benedicto XVI con Juan Pablo II, otros que poniendo en duda las palabras
claras y sencillas de Joseph Ratzinger en
renuncia, dejan entrever una enramada de especulaciones sin sentido...