Un aporte a la revista del Seminario Diocesano de Celaya, Gto. México, en la celebración de sus XV años.
En esta reflexión debemos considerar primeramente que la comunicación que se da entre los hombres tiene su más profundo origen y sentido en la comunión perfecta que existe en el misterio trinitario, donde se produce un movimiento de comunicación continua entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, más aún el propio Jesús es el perfecto comunicador de sí mismo y del amor del Padre a los hombres.
En segundo lugar la Iglesia ha sido a lo largo de la historia pionera en los medios de comunicación, baste recordar que los cristianos, desde sus orígenes, acogieron sin reservas los medios presentes en el mundo y en las culturas (griega y judía). Los medios eran comunes, (la escultura, la pintura, la escritura, etc) iguales, para todos, lo importante eran los contenidos nuevos. La verdad nueva del cristianismo supo abrazar los distintos géneros de comunicación, siendo éstos parte esencial de la expansión y misión cristiana.
En el caminar de 15 años del boletín ADSUMUS se ha reflejado esta realidad. El seminario al ser una institución educativa, asume desde el principio esta misma dinámica, es decir, utiliza los medios a su alcance, impregnándolos con nuevos contenidos, con contenidos propios en los cuales se quiere transmitir el ser y quehacer del seminario, al informar de esos pequeños detalles y acontecimientos en la vida ordinaria del seminario busca unirse a la dinámica de toda la iglesia en la promoción del evangelio.
Toda vez establecidos estos presupuestos podemos afirmar con claridad que las necesidades a las que ADSUMUS respondió durante los cinco últimos años en los cuales estuve al frente como director, han sido la necesidad y urgencia de transmitir el ser y quehacer como institución seminario; transmitir a través de los hechos ordinarios de la vida un mensaje evangelizador. De igual manera y no menos importante, la necesidad de que el seminarista esté en contacto cercano con estos medios de difusión del evangelio para que aprenda a utilizarlos.
Como medio de comunicación una revista en el seminario es de mucha utilidad para la evangelización, como antes hemos ya puntualizado, que junto con otros medios como el Internet pueden y deben transmitir la experiencia con Jesús. Recordemos las palabras de Inter mirifica “Procuren,(…)que los instrumentos de comunicación social se utilicen, sin la menor dilación y con el máximo empeño, en las más variadas formas de apostolado, tal como lo exigen las realidades y las circunstancias de nuestro tiempo (...)” (Inter mirifica, n. 13). A la luz de estas palabras, como de rector y director de ADSUMUS, no dudé en considerar y apoyar este medio, como una forma más donde los seminaristas ejercieran su pastoral, pues el pastor de nuestros días debe saber desde la propia experiencia, que los medios deben ser útiles al sacerdote para difundir el evangelio y para la comunicación en el interior de la Iglesia y de la Iglesia con el mundo.
Para finalizar quiero recordar las palabras del documento final de Aparecida, donde señala que los (MCS) “puestos al servicio del Evangelio, ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios (…) Con ellos la Iglesia ‘proclama desde las azoteas’ (cf. Mt 10, 27; Lc 12, 3) el mensaje del que es depositaria.” (DA. No. 485) Que el seminario no se sienta culpable por no formar a los futuros sacerdotes en la utilización de estos medios para sus futuros fines de evangelización.
Quiero antes de cerrar el artículo recordar que lo importante no es hacer un periódico o una revista, sino mantenerlo día con día. Muchas felicidades a todos los que han trabajado arduamente para mantener con vida este proyecto de comunicación y difusión del seminario.
Roma, It. 18 de octubre de 2007
En segundo lugar la Iglesia ha sido a lo largo de la historia pionera en los medios de comunicación, baste recordar que los cristianos, desde sus orígenes, acogieron sin reservas los medios presentes en el mundo y en las culturas (griega y judía). Los medios eran comunes, (la escultura, la pintura, la escritura, etc) iguales, para todos, lo importante eran los contenidos nuevos. La verdad nueva del cristianismo supo abrazar los distintos géneros de comunicación, siendo éstos parte esencial de la expansión y misión cristiana.
En el caminar de 15 años del boletín ADSUMUS se ha reflejado esta realidad. El seminario al ser una institución educativa, asume desde el principio esta misma dinámica, es decir, utiliza los medios a su alcance, impregnándolos con nuevos contenidos, con contenidos propios en los cuales se quiere transmitir el ser y quehacer del seminario, al informar de esos pequeños detalles y acontecimientos en la vida ordinaria del seminario busca unirse a la dinámica de toda la iglesia en la promoción del evangelio.
Toda vez establecidos estos presupuestos podemos afirmar con claridad que las necesidades a las que ADSUMUS respondió durante los cinco últimos años en los cuales estuve al frente como director, han sido la necesidad y urgencia de transmitir el ser y quehacer como institución seminario; transmitir a través de los hechos ordinarios de la vida un mensaje evangelizador. De igual manera y no menos importante, la necesidad de que el seminarista esté en contacto cercano con estos medios de difusión del evangelio para que aprenda a utilizarlos.
Como medio de comunicación una revista en el seminario es de mucha utilidad para la evangelización, como antes hemos ya puntualizado, que junto con otros medios como el Internet pueden y deben transmitir la experiencia con Jesús. Recordemos las palabras de Inter mirifica “Procuren,(…)que los instrumentos de comunicación social se utilicen, sin la menor dilación y con el máximo empeño, en las más variadas formas de apostolado, tal como lo exigen las realidades y las circunstancias de nuestro tiempo (...)” (Inter mirifica, n. 13). A la luz de estas palabras, como de rector y director de ADSUMUS, no dudé en considerar y apoyar este medio, como una forma más donde los seminaristas ejercieran su pastoral, pues el pastor de nuestros días debe saber desde la propia experiencia, que los medios deben ser útiles al sacerdote para difundir el evangelio y para la comunicación en el interior de la Iglesia y de la Iglesia con el mundo.
Para finalizar quiero recordar las palabras del documento final de Aparecida, donde señala que los (MCS) “puestos al servicio del Evangelio, ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios (…) Con ellos la Iglesia ‘proclama desde las azoteas’ (cf. Mt 10, 27; Lc 12, 3) el mensaje del que es depositaria.” (DA. No. 485) Que el seminario no se sienta culpable por no formar a los futuros sacerdotes en la utilización de estos medios para sus futuros fines de evangelización.
Quiero antes de cerrar el artículo recordar que lo importante no es hacer un periódico o una revista, sino mantenerlo día con día. Muchas felicidades a todos los que han trabajado arduamente para mantener con vida este proyecto de comunicación y difusión del seminario.
Roma, It. 18 de octubre de 2007
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